¿Es mala toda la música rock?

Es exageradamente simplista, descartar totalmente la contribución del mundo secular a cualquier área del esfuerzo humano. Pero, como funciones del ministerio del Espíritu Santo, la verdad y la belleza deberían ser ante todo un patrimonio de los hijos de Dios.

Pero él “Señor de toda la carne” también usa libremente a personas no cristianas para descubrir estas cosas también. Vemos los mejores ejemplos de esto en los campos objetivos de la ciencia y las matemáticas, incluso en áreas más subjetivas como la filosofía y el arte, Dios ha hecho continuamente que, “incluso la ira del hombre lo alabe.”

Sin embargo, hay que tener cuidado: hay mentiras enmascaradas como verdad y arte que saturan la atmósfera de ésta era. Debemos continuar “guardando, conservando nuestros corazones con toda diligencia,” especialmente cuando nos introducimos en un área tan cargada espiritualmente como la música. La manera mas simple y segura de hacer esto no es decir que toda la música no cristiana es mala, no lo es sino mediante lo que yo llamo el PLAN “A.”

PLAN “A”

1. Ten en cuenta que con ciertos estilos de música, particularmente rock, el tiempo que toma para discernir entre un grupo de canciones no vale la pena. Efesios 5:15,16 es particularmente relevante aquí: “por lo tanto, cuiden mucho su comportamiento. No vivan neciamente, sino con sabiduría. Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos.”

2. Escuche exclusivamente la música de la gente que conoce a Dios y que la escribe e interpreta para su gloria. Desafortunadamente, la mayoría de las personas hoy día no se inclinan a jugar a lo seguro, en ésta o cualquier otra área; así es que recurriré al PLAN “B” para indicar los factores específicos que debería considerar antes de abrirle su espíritu a un músico no cristiano.

PLAN “B”

1. Considere él “espíritu” del estilo musical que estas evaluando tan bien como el grado – ¿hasta dónde ese estilo ha sido influenciado por el evangelio?

Típicamente, estos dos factores determinaran hasta cierto punto, hasta qué grado el Espíritu Santo ha influenciado y continúa operando dentro de ese estilo particular de música. Por ejemplo, la inherente majestuosidad, el orden y la inteligencia de la música clásica, se presta para transmitir las emociones que Dios busca evocar en los corazones de los hombres. Además de esto, el mismo género fue profundamente influenciado por artistas e idealistas cristianos, que incluso un músico tan inmortal y lleno de problemas, como Amadeus Mozart se vio sin embargo, por lo menos externamente obligado a escribir para la gloria de Dios. Con letra cercana a las Escrituras o donde no hay letra, una pieza musical que ha sido “sasonada” de esta manera puede ser disfrutada apropiadamente.

Con el Rock and Roll sin embargo, la proximidad de la influencia del Espíritu Santo es mucho más distante. Como ya hemos anotado, su estilo es significativamente más sensual y “mundano” en su orientación: más de la figura de un ángel caído que de un Dios trascendente.

¿Hasta que punto, entonces, la simpatía del rock con el evangelio y los principios de la Escrituras han creado un lazo en el cual el Espíritu Santo es libre para proveer inspiración a músicos no cristianos? Bueno, debemos considerar qué tan bienvenida estaría la Sociedad Americana del Cáncer en una convención de cultivadores de tabaco. !No sólo es el Dios de las Escrituras persona nongrata en la industria del rock, sino que Su enemigo ha sido nombrado director de la junta!

2. Considere el carácter, el estilo de vida y la orientación del artista cuya música está evaluando.

Comencemos citando al musicólogo David Tame: Seguramente el más bajo denominador común que determina la naturaleza exacta de cualquier trabajo musical es el estado mental y emocional del compositor y/o el intérprete? Es la escencia de este estado que se adentra en tí ¿nosotros, tendemos a moldear nuestra propia conciencia en conformidad con ella misma? (Su énfasis). A través de la música, pedazos de la conciencia del artista son asimilados por la audiencia.

En otras palabras, cuando escuchamos una canción de un artista o un grupo, no sólo estamos recibiendo su música en particular sino que los estamos recibiendo a ellos! ¿No deberíamos entonces preocuparnos un poco si el artista es, por ejemplo, promiscuo, rebelde o está bajo la influencia de alguna droga o es falso profeta?

Muchas personas tendrían problemas con este concepto no sólo porque no entienden (o no aceptan) las observaciones de Tame y los principios bíblicos que las respaldan, sino porque han sido víctimas de cierta tecnología moderna “bajo cuerdas,” que nos puede alcanzar si no estamos alertas. Yo llamo a este fenómeno, “nunca voy a ver en la vida real lo que estoy dispuesto a ver en las películas.”

Nosotros pensamos, por ejemplo, que por haber sido “fabricado,” ver a alguien en las películas está de alguna manera bien. De la misma forma porque la música que escuchamos en nuestra radio ha sido completemente sacada del contexto tanto del intérprete como de su interpretación, muchas veces podemos ser inducidos a creer que la relación entre las dos ya no existe. No se engañe, existe.

Mientras escuchamos una canción, entonces, debemos tener en cuenta mentalmente que estamos en efecto, invitando al compositor y al intérprete de esa canción a nuestra casa y le estamos pidiendo que conduzca el Ministerio para nosotros. Incluso, más importante que eso, le estamos pidiendo a “Jehová Shammah” el Señor que está con nosotros que asista al concierto también.

3. Considere las letras de las canciones, así como los pensamientos y las emociones que despiertan.

En la primera parte de esta consideración, las letras no pueden ser más expresivas. Si la canción no es cierta, si no encaja con las Escrituras, entonces no hay razón de escucharlas por entretenimiento. Pero más allá de esto debemos considerar el efecto de la canción en nosotros. Muchas canciones son ciertas o al menos no tienen nada en ellas que sea claramente falso; pero si escuchamos con cuidado las emociones que la canción evoca y luego las acercamos a la luz de la Palabra de Dios, con frecuencia descubrimos que la canción no es tan benigna como pensamos en ueln principio.

Algunas ideas para considerar:

A. Engendra la canción una fascinación por el sexo opuesto.

¿Esta es probablemente la atracción más popular de la música “segura” y la que a más gente atrapa?

Algunas canciones de amor son maravillosas en su lugar. Cuando se vuelven lloronas, sin embargo, en su único foco de interés; cuando son dirigidas a los jóvenes que no están ni cerquita de estar listos para una relación, sería en ese momento lo que (estoy suponiendo) hubiese podido estar bien para una pareja casada, se convierte en ridículo para los niños y las niñas de quince años de adad.

Los jóvenes estarían muchísimo mejor si mantuvieran sus pensamientos lejos del sexo opuesto y enfocados en Dios, en la escuela y en sus deberes familiares; alistándose para cuando el Padre Celestial le mande su pareja. La música que genere emociones que contradigan este plan divino debe ser evitada a toda costa.

B. ¿Crea la canción una imagen irreal del romance y la vida matrimonial?

Estuve en un programa de televisión recientemente. Durante los comerciales, la entrevistadora me preguntó acerca de una música popular que él disfrutaba; canciones que eran primordialmente acerca de relaciones y romances. Yo le pregunté si ella percibía que el sentimiento primario de las canciones presentaba la verdad de que el matrimonio es primero que todo un convenio y un compromiso; que el romance es maravilloso y debe ser cultivado, pero incluso cuando no existe, el convenio matrimonial permanece entero y fuerte.

Ella me miró y luego fue como si una luz se hubiera encendido en su mente. Al finalizar el programa, estaba advirtiendo a otros acerca de las mentiras en la música, como pueden crear expectativas irreales que nunca pueden ser realizadas y dejar como resultado, la sensación de que el matrimonio propio es un fracaso. Ella sabía; le había pasado.

Personalmente estoy convencido que cuando vayamos más allá del veló y entendamos lo que realmente falló en esta vida, veremos que el dolor humano sufrido como resultado de matrimonios fracasados por la percepción demasiado sentimental del amor, debe sobrepasar los estragos que el sexo ilícito, las drogas, la violencia, las filosofías ocultas o cualquier otro pecado que la música contemporánea glorifique; nunca se hubieran establecido en una cultura donde la familia fuera fuerte y segura.

C. ¿Promueve la canción una indebida fascinación con el grupo o la fantasía propuesta en la canción?

Vivimos en una cultura en donde el ego humano reina supremo y sin freno. La sofisticada maquinaria de hacer estrellas de la industria del entretenimiento saca al “héroe de la semana” con singular precisión. Miles de grupos, artistas y actores deliran por “el gran momento,” “la gran oportunidad” que los convertirá en “el gran personaje.” Y el resto de nosotros: ¿cómo vamos a disfrutar la felicidad que supuestamente sólo puede brindar el ser alguien? Bueno, podemos soñar que estamos saliendo con uno de estos artistas, o que somos uno de ellos (¿Guitarra invisible?).

Es difícil imaginar una mentira más ridícula o destructiva. La verdad es que Dios nos ha creado como únicos y valiosos individuos que son preciosos a Su Vista. Debemos encontrar nuestro máximo propósito y realidad en El y solamente en El. Cada vez que nos encontremos poniendo a una persona o a un grupo en un pedestal o viviendo en un mundo irreal, tenemos un verdadero problema. En otras palabras: la música, todo el arte debe guiarnos hacia la belleza, la verdad, el entendimiento: Dios. Si lo dejamos guiarnos, al artista o a nosotros mismos, debemos detenernos y dejar esa música a un lado. Es así de fácil.

Hay otras emociones, aún más negativas, que también deben ser consideradas. ¿Provoca la canción ira injusta? ¿Rebelión? ¿Irrealidad? ¿Irresponsabilidad? ¿Irreflexión? La lista es tan larga como las distintas emociones humanas negativas y la música tiene la habilidad de evocarlas todas. Debemos ser cuidadosos y evitar esas canciones que tengan ese poder sobre nosotros.

4. Considere una perspectiva más amplia: el album en el que las canciones aparecen y el patrocinio financiero que la compra del album representa.

Esta consideración presupone que estamos evaluando una canción para comprarla y no sólo para escucharla en la radio. ¿Qué pasa con las personas si escuchan una canción, les gusta, piensan que es aceptable y luego compran el álbum donde la canción aparece? Este simple y aparentemente inofesivo acto, sin embargo, no tiene en cuenta algunas desafortunadas realidades, incluso más allá de las que ya hemos examinado.

Casi siempre hay entre siete y catorce canciones en ese álbum; algunas de las cuales muy probablemente serán inaceptables por no decir claramente equivocadas. Muchos se encontrarán escuchando las otras canciones y terminarán gustándoles por no decir prefiriéndolas y saliendo con todo tipo de excusas para justificar su debilidad. (!No le pongo atención a las letras!)

Segundo, está el problema de “causarle a tu hermano que tropiece” (Romanos 14).

Es muy difícil, si no imposible, separar nuestro aprecio por la canción del aprecio por el artista. Debemos ser muy cuidadosos de lo que promovemos, particularmente en un área donde tanta gente es vulnerable.

Finalmente debemos recordar siempre, que cuando compramos algo, estamos votando con nuestra chequera; estamos diciendo que nos gusta y que esperamos que el productor nos de más de lo mismo. Piensa sobre eso la próxima vez que compres una grabación: ¿estas preparado para tomar tu dinero y votar por cada sentimiento y por cada filosofía que se encuentre en ella?

Aquí tiene cuatro factores simples para tener en cuenta antes de escuchar y/o comprar música. Les dejo a los lectores la decisión entre el PLAN “A” y el PLAN “B.” Pero les diré una cosa: cuando se trata de rock and roll los dos planes van a generar la misma lista. ?Para qué hacerlo más complicado de lo que es?

Eric Holmberg pasó su juventud inmerso en el mundo de la música rock. Como fundador y director de “Reel to Real Ministries,” Eric ha producido videos en temas desde el aborto hasta la música rock. En estas series, Eric responde a algunas de las preguntas más comunes que encuentra en su trabajo.

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